lunes, 23 de abril de 2012

Buscad otros motivos... VIVA LA REPÚBLICA

Sucedió hace ya varios días, por lo que ya puedo decir que hablo en pleno uso de mis facultades mentales. No me gustó ver al Rey humillado. No me gustó que tuviera que pedir perdón. Y no me gustó que, de hecho, lo hiciera. No me gustó. Y conste que me considero republicana y que, en el caso que nos ocupa, creo que todos tenemos razón. Sólo se trata de un sentimiento. Me explico.

El otro día decía Rosa Díez en "Los desayunos de La 1" que el Rey puede tener vida privada, pero no agenda privada. Puede que tenga razón. Se oye también que no está la cosa como para que el Rey haga gala de su poderío, riqueza y ostentación. Que debería dar ejemplo, como él mismo dijo en su tradicional discurso navideño. Puede que tengan razón también. Yo si mañana ganara la lotería me compraría un Touareg (mi coche preferido), un bolso de Loewe y llenaría mi armario de ropa de firma, sin ponerme ni colorada. Pero los "mandamás" han de dar ejemplo. De acuerdo. Otros se justifican diciendo que Su Majestad no pagó la cacería, que de nuestros bolsillos no salió un euro. Da igual, volvemos a la cuestión de dar ejemplo. Pero también tienen razón. Otros defienden que por supuesto que el Rey tiene derecho a tener vida privada y a desarrollar una actividad que realiza desde siempre y que es conocida por todos: la caza. Ahora de pronto nos llevamos las manos a la cabeza. "Oh, el Rey caza. Mata seres vivos que son muy bonitos y además muy simpáticos". Encima es una actividad carísima". También puede que tengan razón. Pero ya lo sabíamos.

Sinceramente no sé cuál es la razón en sí misma de esta polémica. Supongo que la objetividad en este caso no determina si lo que hizo está bien o mal. Lo único que sé es cómo me sentí. Y no me gustó. Decía el hermano de Marichalar que no es justo. Que se ha equivocado una sola vez y no es justo. Pero es que yo creo que no es justo, claro que no, pero por razones distintas. Creo que no se ha equivocado. Que estamos rodeados de reyes, reinas, príncipes y princesas que copan las portadas de diarios y revistas y no precisamente por el ejemplo que dan. Por su decoro. Y en España nunca nos hemos sentido avergonzados de nuestro Rey, yo por lo menos, por mucho que no nos guste la monarquía, o por muy republicanos que seamos. Se ha hablado de que si es un mujeriego, o incluso un golfo, pero siempre nos ha caído bien. Siempre hemos sido Juancarlistas. Es verdad que vemos el final. Su final. Felipe no nos gusta, y no porque haya hecho nada mal, sino porque en España no somos monárquicos, nos gusta nuestro Rey "campechano". Estamos cargando contra él porque queremos cargarnos la monarquía, y no es justo. Carguémonos la monarquía si queremos, pero con argumentos, que los tenemos.

Si el Rey se va de cacería le machacamos tanto que termina pidiendo perdón, cabizbajo, con ojos llorosos, con vergüenza... Si tenemos esa asombrosa capacidad de provocar respuestas, ¿por qué no la usamos en la dirección que verdaderamente puede cambiar el rumbo de la política y de las buenas prácticas? ¿Por qué no pedimos a los políticos corruptos que pidan perdón en vez de premiarles con mayorías absolutas que avalan su apestosa gestión, entre otras cosas? Echo en falta más humildad, más perdones, más arrepentimientos, mas "no volverá a suceder". Pero ese no necesitaba oírlo, porque no cambia nada. El Rey no volverá a cazar. Bien, logrado, ¿y ahora qué?

¿Deberían nuestros dirigentes comenzar a ir con alpargatas, aún sabiendo que tienen dinero, que se pueden permitir una buena vida, y que sería una burla, un disfraz, una manera de reírse de nosotros? ¿Nos quedaríamos más tranquilos si se quedara el Rey en su enorme palacio con sus cientos de criadas/os, su menaje de oro y piedras preciosas y sus carísimos y variados trajes a medida?

Yo tengo que decir que, si así fuera, sentiría que se están riendo de mí.

¡VIVA LA REPÚBLICA!

1 comentario:

  1. seguramente te daría la razón en muchos aspectos y te los quitaría en otros, creo que sería capaz de darte más argumentos y creo que los que hay son suficientes. ¿República? ese sería otro gran relato, comentario, escrito o pensamiento sobre el que se podría debatir. Pero decir que el elefante es simpático como haces referencia porque ha sonado en todos los medios y escandalizarnos porque los maten me hace gracia en un país en el que el deporte nacional es maltratar a un animal hasta su muerte y nos vemos con razón para manifestarnos y cabrearnos si una comunidad los prohíbe.

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