viernes, 8 de febrero de 2013

La (Ir-) responsabilidad política

Me da mucha tristeza lo que está pasando en este país. He dejado de entender... nada, no entiendo nada. Y he dejado de creer en la gente "importante". Cuando somos pequeños nos explican que tenemos que estudiar mucho para llegar a ser como ellos. Gente importante, sí. Diariamente, en nuestras comidas y cenas observamos desfilar, frente al televisor, decenas de personajes trajeados. Se pasean por el Congreso, que siempre nos han explicado que es un lugar importantísimo. Majestuoso. Desde ahí se articula el funcionamiento del país. ¡Qué importante! Yo he estudiado mucho, muchísimo. Me he preparado, y sigo haciéndolo, como mucho esfuerzo. Y hoy puedo decir que me alegro de no parecerme a ellos.

Últimamente oigo hablar mucho acerca de la Responsabilidad Política. Es un término que cada día comprendo mejor y que nada tiene que ver con otro tipo de responsabilidades. Como abogada y ciudadana razonable, soy también capaz de comprender que todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. Es más, no sólo lo comprendo, sino que lo defiendo a capa y espada. Presunción de inocencia. Y nunca nos debemos olvidar de esto. Pero una cosa es preservar tal presunción, así como la capacidad de uno mismo para defenderse, y otra cosa es la Responsabilidad Política. Me gusta. Me encantan estas dos palabras cuando las leo una detrás de otra, sobre todo porque les he encontrado sentido. No vale salir a la calle, todos en masa y disfrazados de sobre, aunque es carnaval y esto va a ser difícil pararlo -la gente se vuelve muy irónica e ingeniosa en estas ocasiones-. Pero no vale si no has entendido previamente este concepto.

Veamos... Un periódico difunde unos papeles, esos subrayados en amarillo que ya todos conocemos. Unos papeles que nadie sabe de dónde han salido ni quién los ha escrito. Claramente han aparecido para provocar una tormenta política. Alguien quiere perjudicar al Partido Popular. Ale, todos a la calle a lanzar huevos a las sedes del partido que hoy nos gobierna, como salvajes. Las redes sociales se colapsan de proclamas, por cierto, muy ingeniosas, todo hay que decirlo. Insultos -y de los gordos-, exigencias de dimisión dirigidas a la cúpula del PP. Y es que sus nombres aparecen subrayados en esos papeles, vinculados, por lo visto, a una serie de pagos en B, PRESUNTAMENTE recibidos por quienes hoy nos gobiernan, entre otros (por cierto, incluido nuestro Presidente). ¡Quizá no los recibieron! Es más, estoy casi segura de que no lo hicieron. Pero la gente de izquierdas se frota las manos, se les ilumina la cara al ver esos documentos tan fluorescentes. ¡A por ellos! ¡Ya tenemos motivos para exigir que dimitan, incluso para extraditarles! Pues no. No debemos ser tan poco serios, tan poco coherentes. ¡Ni siquiera sabemos de dónde han salido! Luego decimos que a los españoles nos toman por tontos...

No obstante, la cosa se va complicando por días. Ciertos personajes pertenecientes al partido confirman que recibieron esos pagos que están apuntados en esas anotaciones, ¡pero que lo devolvieron! ¡Frenad! Bueno, no todos aseguran que lo devolvieron. Otros tantos políticos del partido dimiten de sus cargos, se apartan provisionalmente hasta que reciban una explicación coherente acerca de lo que está sucediendo. El fiscal general asegura que hay indicios para investigar estos papeles. El mismo presidente del Gobierno, mostrándose un tanto torpe, bobalicón, asegura delante de Merkel que es "todo falso, menos alguna cosa". Pues nada, ya te has delatado. Al menos ya sabemos que una parte es cierta. ¡Por Dios, lo dice el mismísimo presidente del Gobierno! Al hilo de todas las acusaciones, aparecen informaciones, una detrás de otra, que ponen en entredicho la honestidad de Ana Mato, ministra de Sanidad. Esperanza Aguirre, de su mismo partido, pide su dimisión. Nos acabamos de enterar de que estaba casada en gananciales con Sepúlveda, trabajador del PP también e imputado en el caso Gürtel, durante los pagos de esta trama. También sabemos que Gürtel financió varias fiestas familiares de la titular de Sanidad... en fin. Los 22 millones de Bárcenas en Suiza... ¡son tantas cosas! Estaréis conmigo en que todo este asunto es un tanto turbio. Huele un poco mal. No digo yo que vayamos a lanzar huevos a ninguna parte, pero todos deberíamos, al menos, sospechar. Por conciencia ciudadana. Por que no se rían de nosotros, seamos del color que seamos, que lo estamos pasando muy mal.

Y aquí es donde cobra sentido esto nuevo que he aprendido, lo de la Responsabilidad Política. A Camps no le regalaron los trajes, lo dijeron los jueces -bueno, los ciudadanos-, pero desapareció y no volvió. ¿Por qué? POR RESPONSABILIDAD POLÍTICA, porque no tuvo responsabilidad penal. Porque los ciudadanos estamos muy cansados, nos creemos ya muy pocas cosas, no es un buen momento para nosotros y nos merecemos en el poder a esas personas a las que creíamos de pequeños nos teníamos que parecer. Porque el hecho de aparecer en todas las portadas de todos los diarios del mundo, repito, del mundo, debería hacer reflexionar a quiénes aparecen en ellas. Porque España merece dar otra imagen. Se empeñan en aferrase al poder por orgullo, por demostrar que tienen razón. Apártense, porque España necesita renovar las portadas de sus diarios. Ya sabemos que son inocentes. Lo sabemos de sobra. Vuelvan cuando todo haya pasado, o no.

Acabo de decidir mi disfraz para este sábado de carnaval, ahora que todo ha cobrado sentido. Voy a ir disfrazada de sobre.




lunes, 29 de octubre de 2012

"Yo no me voy a la calle, porque la lluvia me moja"



Me pregunto dónde podemos hallar la relación entre el cumplimiento de la ley y la justicia en sí misma. ¿Se hace cumplir la ley para hacer justicia? ¿Son justas las consecuencias del cumplimiento de la ley? Supongo que estas preguntas nos las hemos hecho todos en alguna ocasión, pero hoy es necesario. Un suicidio y un intento de suicidio como consecuencia de sendos desahucios. Además del drama que acompaña a cada familia que es desahuciada de sus casas por imposibilidad de hacer frente a los pagos, que en España son más de 500 diarios. Como respuesta, una declaración de intenciones por parte del Gobierno. Un acercamiento a la dación en pago que de nada sirve cuando se trata de una mera opción de la banca. Opción que ni siquiera tiene quien vive de alquiler y no puede pagar a sus caseros.

Me pongo del lado de los ejecutantes. Ya sea la banca, ya sean particulares. Tienen casi tanto derecho a recuperar la posesión de sus propiedades como una persona a ejercer su derecho a una vivienda digna. Y digo casi porque, estaréis conmigo en que no son derechos comparables. Estamos afrontando grandes cambios como consecuencia de la crisis económica. Nos estamos empobreciendo, como el país en general. Pero las vertientes de la crisis son muchas, y me parece que tales cambios deberían ir en muchas direcciones. Podemos vivir con menos salario, dicen. Y podemos vivir pagando más impuestos, cuestión de solidaridad. Toca "apretarse el cinturón". Pero no podemos vivir en la calle. Algo habrá que hacer que beneficie a todos. O que perjudique, si así ha de ser, al que más tiene por una vez. Suelen ser los bancos, o aquellos que cuentan con más de una vivienda. Recientemente hemos sabido que cada español abonó cerca de 1.900 euros el año 2010 para sanear la banca. Y hoy se escuchan más que nunca voces que apuntan a cierto trasvase de esas ayudas para paliar este desastre. Directo a las familias. Es justo. Por lo tanto, pienso que no es momento de elegir, ni de ponerse del lado de unos o de otros, ni de hacer demagogia barata. Es el momento de aportar soluciones a una realidad que a todos, a unos más que a otros, nos toca de cerca. Aunque sólo sea por el hecho de ser españoles. Hablo de poner sobre una balanza los derechos de todos. No para quitárselos a unos en beneficio de otros, sino para pasar este mal trago que es esta crisis, de una forma justa. Hablo de moratorias, de prórrogas forzosas según cada circunstancia y por plazos determinados. Quitas parciales de la deuda, aplazamientos, alquiler social en virtud del cual un ejecutado pueda seguir viviendo en una casa pagando un alquiler no superior al 30% de sus ingresos... En resumen, una "regulación procesal más igualitaria".

Hay jueces que piensan como yo, que hablan de "mala praxis", de "drama social" y de otra serie de calificativos para describir la situación. Más bien yo pienso como ellos. Hace poco la Asociación Jueces para la Democracia publicó un informe, rechazado por el Consejo General del Poder Judicial, en el que se hacen eco de la "injusticia" que ellos mismos tienen que sentenciar. Ellos lo ven día a día, son ellos quienes acuerdan los lanzamientos...

Dejemos que hable Nicolás Guillén (Cuba, 1902-1989), que hace mucho tiempo escribió El "Son del desahucio". Recientemente yo lo volví a escuchar.

"El alquiler se cumplió:
te tienes que mudar;
ay, pero el problema es serio,
muy serio, pero el problema es muy serio,
porque no hay con qué pagar.
Si encuentras cuarto vacío,
te tienes que mudar,
y si acaso no lo encuentras,
te tienes que mudar.
Si el dueño dice: "Lo siento",
te tienes que mudar,
pero si no dice nada,
te tienes que mudar.
Como quiera, como quiera,
te tienes que mudar;
con dinero, sin dinero,
te tienes que mudar;
donde sea, como sea,
te tienes que mudar,
te tienes que mudar,
¡te tienes que mudar!
Calma mi compadre, calma,
Vamos los dos a cantar,
que llegue el casero ahora,
él nos podrá acompañar.
-Escuche, amigo casero,
ayer me citó el Juzgado,
y dije que no he pagado
porque no tengo dinero,
y estoy parado.
Yo no me voy a la calle,
porque la lluvia me moja;
venga usted, casero, y diga,
diga,
venga usted, casero, y diga,
si va a curarme el catarro,
si va a curarme el catarro,
después que el agua me coja.
Conozco hoteles vacíos
y casas sin habitantes:
¿Cómo voy a estar de pie,
con tantos puesto vacantes?
Calma, mi compadre, calma,
vamos los dos a cantar;
que llegue el casero ahora,
él nos podrá acompañar.
¿Es que a usted lo achica el miedo?
No, señor;
a mí no me achica el miedo
y aquí me quedo,
sí, señor,
y aquí me quedo,
sí, señor,
y aquí me quedo..."

Fue hace mucho tiempo...


viernes, 26 de octubre de 2012

Un recuerdo, buena noticia

Ejecutando mi habitual y vespertino paseo por la prensa diaria de este nuestro país, y tras no hallar en el matutino nada más esperanzador que los brotes verdes que Su Majestad atisba en la debilitada economía de España, me detengo en una información que me ha provocado una sonrisa. Dada mi condición profesional, más bien mis condiciones profesionales, no tengo por menos que alegrarme, pues se trata de algo positivo para la abogacía y, sobre todo, para las familias.  No obstante, la sonrisa no me la ha provocado la noticia en sí misma, sino un recuerdo. 

Resulta que los magistrados han declarado inconstitucional el artículo 92.8 del Código Civil, que impide actualmente al juez conceder la custodia compartida de los hijos en los procesos de separación o divorcio sin el informe favorable del ministerio fiscal. Casi nunca existe tal informe, favorable, se entiende.

Hace poco estuve trabajando en un despacho de abogados en la ciudad alicantina de Elche. No fue por mucho tiempo, pero conocí a dos personas que, hoy por hoy, y ya desde la lejanía, continúan haciéndome la vida un poquito más fácil. Una era abogada, llevaba unos tres años trabajando allí, y la otra era la secretaria del bufete, una profesional como la copa de un pino que no perdía de vista un expediente aunque estuviese en el rincón más recóndito de las instalaciones. Me sentaba a su lado, y seguramente comparta conmigo este simpático recuerdo.

Lo cierto es que no recuerdo muy bien la historia de fondo, pero no me olvido de la sensación que a todas nos produjo. Mi compañera de profesión estaba llevando un asunto de familia, ya desde hacía un tiempo, que le traía de cabeza. Había pedido la custodia compartida de unos padres y el fiscal, nadie sabe cómo, había informado desfavorablemente. Suerte que en la Comunidad Valenciana se aprobó la Ley de Custodia Compartida, aunque tampoco asegura ésta al 100% pese a se la regla general. Ganó el recurso y su cliente, padre de dos niñas, disfruta a día de hoy la deseada custodia compartida. Una difícil batalla que hoy por hoy, y por el hecho de ser hombre, hay que librar con garra. Es bien sabido que en la gran mayoría de los casos son las madres las que obtienen la custodia de los hijos. Pues bien, mi compañera y amiga estaba desesperada. Le había tocado "bailar con la más fea", que en es este caso se manifestaba en forma de un buen padre de familia, que lo único que quería era evitar la "condena" de los fines de semana alternos.

En este caso, como en tantos otros, resultaba incomprensible tal informe del Ministerio Público, dado el contexto familiar. Desde hacía tiempo se llevaba desarrollando una custodia compartida de hecho, por expreso deseo de las niñas -una de ellas expulsada del domicilio materno después de una fuerte discusión-. Asimismo, el padre contaba con un horario de trabajo flexible, dado que el negocio era de su familia, por lo que podía hacerse cargo de las niñas. La ayuda que le brindaban sus familiares era completa y el interés de las menores exigía a gritos que se otorgara una custodia que les permitiera vivir con ambos progenitores. Llegados a este punto, quisiera hacer un breve inciso. Los expertos coinciden en que este tipo de convivencia familiar "aumenta la estabilidad emocional y social del menor, es buena para su salud y mejora su rendimiento académico". Es el caso del psicólogo José Manuela Aguilar, con experiencia en elaboración de informes periciales para los tribunales en asuntos de familia y autor de libros como "Con papá y mamá", en el que defiende este tipo de custodia (El País, 25 de octubre de 2012).  Con el artículo 92 sobre la mesa, nada puede hacer el juez si el fiscal no está de acuerdo. 

Mientras redactaba el recurso ante la Audiencia Provincial -la madre había recurrido la sentencia en Primera Instancia- la abogada suspiraba. Nos miraba mientras escribía, leía en voz alta una y otra vez para convencernos a las allí presentes y convencerse a sí misma de que sus propósitos eran justos. El fiscal no le había dado la razón. La nueva Ley de Custodia Compartida le avalaba, pero ese maldito informe seguía allí, en el expediente. Seguramente el juez lo analizaría, pues en su mano estaba otorgar dicha custodia. El juez lo tendría en cuenta, seguro. No había nada que hiciera pensar que Su Señoría fuera a fallar en su contra, más bien todo lo contrario. Sus argumentos eran consistentes. Pero ahí estaba. El informe. Finalmente la sentencia le dio la razón, como no podía ser de otra manera. Y no sólo por sentido común, sino también por su enorme esfuerzo y dedicación. Creedme cuando os digo que no ha existido ni existirá un escrito tantas veces leído, tantas veces corregido y tantas veces admirado. 

Puedo imaginar la cara que habrá puesto mi compañera Lourdes, que así se llama, al leer esta noticia. ¡Cuántos quebraderos de cabeza se habría ahorrado! ¡Qué fácil habría resultado todo! No obstante, ella habría hecho lo mismo que hizo, porque, a pesar de las buenas noticias, habrá que seguir convenciendo a jueces y fiscales. Sobre todo a los primeros. Avanzamos en la buena dirección.









jueves, 31 de mayo de 2012

¡Sí, quiero!, pero no puedo


Ha sucedido algo, cuanto menos, curioso en la familia. Mi tío se quiere casar… por segunda vez. Sí. No contento con la primera vez, que no salió bien, quiere volver a intentarlo. Está profundamente enamorado de la tía Rosi. Muy maja, por cierto. No obstante, y pese a que a algunos les cueste comprender que uno a los sesenta años no haya entendido ya que el romanticismo no existe, esto no es lo raro. Lo incomprensible es que él está plenamente decidido, lo está desde hace unos cuatro años, pero no puede. Y no puede porque no le dejan. Es un español castigado sin poder casarse y me veo en la obligación de denunciarlo, no sólo porque no para de darme la tabarra, sino porque me parece indignante.  Me explico:
Es una historia muy bonita que a mí me encanta contar. Tengo un tío, éste del que os hablo,  que nació en Villa Cisneros, provincia de África Occidental Española, en el año… puff, ni me acuerdo. El Sáhara era todavía español. A mi abuelo, valenciano, le destinaron allí por asuntos de trabajo y mi abuela se fue con él. El Sáhara dejó de ser español, y parece ser que la existencia de los que allí nacieron se tornó en “un espejismo”. Porque sí, son españoles, pero no hay manera de demostrarlo, Libro de Familia en mano. Lo dicho, un espejismo.
Total, que hace cuatro años mi tío comenzó a reunir toda la documentación que le exigían para casarse por lo civil con la tía Rosi, después de anunciarlo a la familia con ilusión, gozo y fervor, pero le faltaba la partida de nacimiento. Pensando en un primer momento que se trataba de una sencilla gestión, a día de hoy ya ha recorrido los Registros Civiles de toda España, ha redactado cartas (que yo he corregido) a todos los jueces encargados del Registro Civil, y al Registro Civil Central. Nadie sabe dónde está su partida de nacimiento. Ha desaparecido. En Hacienda le tienen bien localizado. Ironías al margen, no puede ser que en pleno siglo XXI desaparezca una partida de nacimiento y, después de cuatro años, e iniciado un expediente para nueva inscripción, nada se sepa. Y, pese a que sea una historia apasionante, que a mí me encanta contar, no es original. Pienso en toda la gente que perdió su “identidad oficial” después de la guerra, como consecuencia de bombardeos, quemas y otras desgracias. O por cualquier otro motivo. Tal vez no todos puedan esperar cuatro años. Existe un procedimiento administrativo, sencillo en principio, para dar respuesta a estos contratiempos, que por lo visto dura mucho tiempo. ¿Y mientras tanto? ¿Y si pasase alguna desgracia mientras se vuelve a inscribir el nacimiento de mi tío en el Registro Civil? ¿Quién sería el responsable? ¿Perderían sus derechos, o no los perderían porque nunca les permitieron adquirirlos?
 Mi tío ha nacido, se lo prometo. De hecho ya se casó hace muchos años. Es un tipo gordito, muy alto y muy salado, cuyo deseo desde hace mucho tiempo es algo que consiguen todos los españoles en un suspiro. Una boda. Una vez notificada la resolución que nos sorprendió con la pérdida de su partida de nacimiento, pienso yo que habría sido suficiente con personarse en algún lugar con gente muy importante al mando, gente con mucha responsabilidad, pues en sus manos está la decisión de determinar si una persona ha nacido o no. Gente capaz de entender que ese señor que está ahí, que le estamos viendo, de pie, confuso, pero desde luego nacido y criado, que porta en su mano derecha el libro de familia, conservado por los siglos de los siglos de los siglos y ya algo deteriorado por el paso de los años, no es un espejismo. Y en la izquierda, su DNI. Es mi tío, un señor con derechos, con muchos derechos, los mismos que cualquier ciudadano. Un señor muy sencillo, que vive con su eterna prometida en la huerta murciana y que, al menos en esta ocasión, no reclama por capricho. No quiere que su voz se oiga para darse importancia o simplemente protestar. Porque lo único que quiere es acudir al mismo juzgado que hoy duda de que haya nacido, para volver a nacer.

lunes, 23 de abril de 2012

Buscad otros motivos... VIVA LA REPÚBLICA

Sucedió hace ya varios días, por lo que ya puedo decir que hablo en pleno uso de mis facultades mentales. No me gustó ver al Rey humillado. No me gustó que tuviera que pedir perdón. Y no me gustó que, de hecho, lo hiciera. No me gustó. Y conste que me considero republicana y que, en el caso que nos ocupa, creo que todos tenemos razón. Sólo se trata de un sentimiento. Me explico.

El otro día decía Rosa Díez en "Los desayunos de La 1" que el Rey puede tener vida privada, pero no agenda privada. Puede que tenga razón. Se oye también que no está la cosa como para que el Rey haga gala de su poderío, riqueza y ostentación. Que debería dar ejemplo, como él mismo dijo en su tradicional discurso navideño. Puede que tengan razón también. Yo si mañana ganara la lotería me compraría un Touareg (mi coche preferido), un bolso de Loewe y llenaría mi armario de ropa de firma, sin ponerme ni colorada. Pero los "mandamás" han de dar ejemplo. De acuerdo. Otros se justifican diciendo que Su Majestad no pagó la cacería, que de nuestros bolsillos no salió un euro. Da igual, volvemos a la cuestión de dar ejemplo. Pero también tienen razón. Otros defienden que por supuesto que el Rey tiene derecho a tener vida privada y a desarrollar una actividad que realiza desde siempre y que es conocida por todos: la caza. Ahora de pronto nos llevamos las manos a la cabeza. "Oh, el Rey caza. Mata seres vivos que son muy bonitos y además muy simpáticos". Encima es una actividad carísima". También puede que tengan razón. Pero ya lo sabíamos.

Sinceramente no sé cuál es la razón en sí misma de esta polémica. Supongo que la objetividad en este caso no determina si lo que hizo está bien o mal. Lo único que sé es cómo me sentí. Y no me gustó. Decía el hermano de Marichalar que no es justo. Que se ha equivocado una sola vez y no es justo. Pero es que yo creo que no es justo, claro que no, pero por razones distintas. Creo que no se ha equivocado. Que estamos rodeados de reyes, reinas, príncipes y princesas que copan las portadas de diarios y revistas y no precisamente por el ejemplo que dan. Por su decoro. Y en España nunca nos hemos sentido avergonzados de nuestro Rey, yo por lo menos, por mucho que no nos guste la monarquía, o por muy republicanos que seamos. Se ha hablado de que si es un mujeriego, o incluso un golfo, pero siempre nos ha caído bien. Siempre hemos sido Juancarlistas. Es verdad que vemos el final. Su final. Felipe no nos gusta, y no porque haya hecho nada mal, sino porque en España no somos monárquicos, nos gusta nuestro Rey "campechano". Estamos cargando contra él porque queremos cargarnos la monarquía, y no es justo. Carguémonos la monarquía si queremos, pero con argumentos, que los tenemos.

Si el Rey se va de cacería le machacamos tanto que termina pidiendo perdón, cabizbajo, con ojos llorosos, con vergüenza... Si tenemos esa asombrosa capacidad de provocar respuestas, ¿por qué no la usamos en la dirección que verdaderamente puede cambiar el rumbo de la política y de las buenas prácticas? ¿Por qué no pedimos a los políticos corruptos que pidan perdón en vez de premiarles con mayorías absolutas que avalan su apestosa gestión, entre otras cosas? Echo en falta más humildad, más perdones, más arrepentimientos, mas "no volverá a suceder". Pero ese no necesitaba oírlo, porque no cambia nada. El Rey no volverá a cazar. Bien, logrado, ¿y ahora qué?

¿Deberían nuestros dirigentes comenzar a ir con alpargatas, aún sabiendo que tienen dinero, que se pueden permitir una buena vida, y que sería una burla, un disfraz, una manera de reírse de nosotros? ¿Nos quedaríamos más tranquilos si se quedara el Rey en su enorme palacio con sus cientos de criadas/os, su menaje de oro y piedras preciosas y sus carísimos y variados trajes a medida?

Yo tengo que decir que, si así fuera, sentiría que se están riendo de mí.

¡VIVA LA REPÚBLICA!

miércoles, 18 de abril de 2012

Adiós, Garzón... 9 de febrero de 2012

Ya que este blog pretende ser un escaparate de lo que ocurre a nuestro alrededor, en forma de opinión, quisiera, con mi segunda entrada, rendir un pequeño tributo a este juez tan molesto, juez estrella, Garzón, que sigue formando parte de nuestro presente. Aquí os dejo una publicación del facebook, que escribí en el mes de febrero y que no quisiera perder:


"Ver los juicios de Camps y de Garzón en directo, como principiante en el mundo de la abogacía, ha sido divertido, aunque hoy me avergüenzo un poquito de ser española. Pero sólo un poco. He aprendido mucho... Quiénes hablan primero, cómo se desarrollan los interrogatorios, las coletillas obligatorias tales como "Con la venia Señoría", "elevo respetuosa protesta" (mucho menos eufórico que el "protesto" americano, con golpetazo sobre la mesa). Sobre el fondo no he aprendido nada, más bien he desaprendido. Me siento un poco confundida porque a los malos no les pasa nada y a los buenos se les jode la vida. Quizá sea porque aún estoy empezando y no me entero muy bien de lo que pasa entre togas. Prefiero pensar así, porque si no me hago la tonta, lo que hoy he aprendido es mucho peor. No obstante, hoy he tratado de ponerme en el lugar de Garzón. Debe sentirse acabado, humillado, triste y más viejo. Pero también creo que pronto se le pasará. Y estoy segura de que tan pronto como se le pase se reirá de todos los que hoy os estáis riendo de él, a carcajadas además, desde un enorme despacho situado quien sabe donde. Eso sí, en el extranjero, porque aunque lejos de aquí hay muchísima gente que sabe lo que vale, que cree en él y que tendrá las puertas abiertas para él. Y no porque se compadezcan de él, sino porque también se reirán sabiendo lo que aquí hemos desechado. Se frotarán las manos. Y aquí quedaremos los tontos y los corruptos. Ha sido divertido".

Probando...

Soy Luisa, periodista, y hoy, 18 de abril de 2012, me estreno en el mundo del blog.

Cada día leo decenas de noticias de varios diarios y ninguna, trate de lo que trate, me deja indiferente. Las analizo desde varios puntos de vista. Pienso que quizá ésta la habría escrito de esta manera, y esta otra, de esta otra forma. Cuando la forma me parece correcta, es el fondo el que me hace pensar. Me surgen miles de ideas, cientos de pensamientos... y me entran unas ganas locas de decir lo que pienso. Porque desde los diarios escriben para nosotros. Miro a mi alrededor y no tengo con quién comentar y esto me produce cierta impotencia. Es por ello por lo que estoy aquí. Porque quiero opinar, y quiero hacerlo todo el rato. En  voz alta, pero bajito. Porque creo que todos tenemos en derecho y la obligación de saber y de opinar, y más en estos tiempos que corren. Y tenemos las herramientas suficientes para hacerlo. Esto es, simplemente, un espacio más.

 Habrá quien lea y opine lo mismo que yo. Quiero saberlo. Habrá quien lea y esté en completo desacuerdo. Quiero saberlo también. Habrá quien lea y le resulte indiferente y, finalmente, habrá quien no lea.

Espero que pasemos buenos ratos.

¡Que comience la aventura!